Si, lo ha adivinado el conspícuo lector. En los Estados Unidos de América. Lo he leído en El País poco antes de ponerme a cantar temas para el evento de noviembre. Lo que dice la prensa progresista es: Fue el senador demócrata neoyorquino Charles Schumer quien propuso a Oetken para el puesto, y lo hizo, según ha admitido, por su experiencia y, también, por su sexualidad. "Me sorprendió enterarme de que no había jueces varones abiertamente homosexuales en todo el sistema judicial federal", dijo Schumer en septiembre en conferencia de prensa. El Senado ha tardado 10 meses en confirmar al candidato.. El realzado en negrita es propio, no del senador demócrato neoyorquino. Naturalmente.

Situando fuera de nuestro ánimo el reproche al derecho fundamental que puede ejercer cualquiera de hacerse homosexual, muy homosexual e incluso superhomosexual el que se elija a cualquiera para un ministerio público lisa y llanamente porque entre el colectivo de profesionales que integran ese ministerio público no hay nadie que se reclame pública y notoriamente de la abierta homosexualidad es para coger al elector y cesarlo. ¿Cómo se puede considerar un mérito en lo que sea el ser abiertamente homosexual? ¿Y el ser abiertamente zoofílico? ¿Porque no se considera un mérito en el acceso a la carrera judicial americana el ser abiertamente zoofílico? Seguro que el colectivo zoofílico está menos representado en el tercer poder del estado estadounidense (valga la redundancia).

La imbecilidad intrínseca de lo descrito se hace más palmaria si en lugar de tratarse de un Juez la abierta homosexualidad se considerara mérito preferente para otra profesión, como un mecánico de coches o un fontanero. Así por ejemplo si en el primer caso nuestro buga pierde aceite lo que haremos si somos senadores demócratas americanos es buscarnos un taller de reparación cuyos empleados sean en su integridad maricones, muy maricones, abiertamente maricones. O en cuanto al fontanero ¿a quien le preocupan las manifestaciones de su sexualidad cuando se produce una fuga de agua? Naturalmente, a nadie que no sea un senador demócrata americano. A lo que se vé.

En cualquier caso y por lo que a nuestro País, nuestro El País - claro -, concierne lo mejor no es lo que digan o hagan allende nuestras fronteras sino que eso aquí se presente como una bandera de la modernidad y el progresismo en cuyo pos - y sólo en cuyo pos - se puede y se debe avanzar para conseguir la igualdad y la democracia.

Pues eso.